NUESTRO RETABLO



Muy curioso lo que he podido leer en pasionensevilla:
"Varios obreros adecentan el retablo cerámico del Cristo de la Exaltación, José Cordero Palacios ha cumplido su palabra. Su padre, Manuel Cordero Oliva, había pintado en 1985 el retablo cerámico del Cristo de la Exaltación que hay en una de las fachadas laterales de la iglesia de Santa Catalina.
Antes de fallecer, sus hijos le prometieron que, mientras pudieran, cuidarían del retablo que su padre había hecho. El estado lamentable de Santa Catalina había desencadenado en un mayor deterioro del retablo cerámico y los hijos del pintor sentían estar incumpliendo su promesa. No obstante, se encontraban – como toda la ciudad – en pleno compás de espera aguardando que la restauración de la iglesia comenzara de un momento a otro y, por consiguiente, se procediera a actuar sobre el retablo.Precisamente, en el mes en que se suponía iban a empezar las obras de restauración de Santa Catalina, José Cordero decidió presentarse en el lugar con varios obreros y, tras levantar un andamio, comenzaron a restaurar el azulejo. “Dijeron que iban a empezar las obras en septiembre, pero no nos han dicho de qué año”, ironiza.
Dos días de trabajo. Es por ello, que un equipo de varios hombres han estado durante los últimos dos días retirando la suciedad del retablo, reintegrando la moldura y cenefa que lo envuelve con cemento, aplicándole una capa de dorado y pintando el entorno de la cerámica, de tal forma que la fachada se muestra rejuvenecida. Esta cerámica del Cristo de la Exaltación se bendijo el 12 de junio de 1985. Se trata de la única obra cerámica de Manuel Cordero Oliva pues este, principalmente, era pintor publicista. Ahora, su hijo sueña con volver a Santa Catalina y salir de allí vestido de nazareno de la Exaltación, mirar el retablo y ver que todo es como era".
Comentarios
Ahora a ver cuanto tarda el primer becerro en dejar su huella.
Era lamentable ver el retablo cómo estaba, sólo por el padre, yo no habría esperado tanto.
Te daré mi opinión cuando lleve a mi asesora en el tema para que me comente in situ la obra realizada.
Mientras tanto, seguiremos esperando a ver cuando comienzan las obras de restauración. Y digo restauración, no desturcción del patrimonio artístico que se llevo a cabo en la última obra. En el hundimiento del suelo.
Desde mi retiro...
fdo.: sevillano y bético.
Lo más denigrante era un camión de cocacola en la puerta, una pintada gigante sobre ésta y un repartidor de butano apilándolas debajo de Santa Lucía.
Creo que haré una entrada del blog, lo malo es que no tengo foto.